Estados Unidos, 25 de octubre 2024 (Infórmate y +).- Recientemente la Fiscalía de Los Ángeles, pidió que se reabra el caso de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, quienes fueron condenados a cadena perpetua en 1996 por parricidio contra José y Kitty Menéndez.
Dicha solicitud fue presentada el 24 de octubre, donde se establece que los hermanos Menéndez podrían ser acreedores a una nueva sentencia o incluso a salir de la cárcel.
Sin embargo, esta decisión debe ser tomada por el juez del caso. Por lo que, una revisión del caso está fijada para la última semana de noviembre del año en curso.
“Se buscará que se elimine la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional y que se les condene por asesinato”, expresó el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón. “Después de una revisión muy cuidadosa de todos los argumentos, llegué a la conclusión de que están dentro de la ley y que una nueva sentencia es apropiada”, agregó.
Cabe mencionar que, entre las nuevas pruebas presentadas, se encuentra una carta que escribió uno de los hermanos donde admite a otro miembro de la familia que estaba siendo víctima de abusos, así como el testimonio de un trabajador de la empresa de su padre, que asegura haber sido abusado por José Menéndez.
En caso de que el juez valide las pruebas para reconsiderar la sentencia de ambos hermanos, su liberación podría ser casi inmediata.
¿Qué ocurrió en el caso de los hermanos?
El 20 de agosto de 1986 los hermanos Menéndez asesinaron a sus padres con escopetas en su domicilio de Beverly Hills.
En ese entonces Lyle y Erik tenían 18 y 21 años de edad. Tras los asesinatos, los hermanos dijeron a las autoridades que sus padres habrían sido asesinados cuando ellos se encontraban fuera de casa.
Sin embargo, los hermanos comenzaron a llevar una vida de lujos y excesos por la fortuna que heredaron de su padre, hecho que llamó la atención de las autoridades.
Posteriormente, fue la novia del psicólogo de Erik Menéndez quien dio aviso a la policía sobre las confesiones grabadas en la que los hermanos confesaban el asesinato de sus padres.
La fiscalía los acuso de parricidio para heredar la fortuna de la familia, pero alegaron que el asesinato fue debido a una vida de abuso físico, emocional y sexual por parte de su padre.