Acapulco, 06 de noviembre de 2023 (Infórmate +).– La rapiña en Acapulco tras el paso del huracán Otis, no solo afectó a grandes comercios, también pequeños negocios ven un futuro incierto ante la pérdida de mercancía.
Tal es el caso de la familia Valeriano Chino, comerciantes locales dedicados a la venta de artesanías y dulces típicos en Acapulco, durante más de 40 años este negocio ha sido su sustento, sin embargo, Otis y la rapiña se los ha arrebatado.
La venda de pulpas de tamarindo, cocos fríos, cocadas, artesanías de cerámica y recuerditos del bello puerto de Acapulco, ha quedado en espera para la familia Valeriano quien había invertido aproximadamente 200 mil pesos para la temporada decembrina.
La pérdida de la inversión, de sus ahorros, del negocio que los sustentaba duele, la esperanza de que fuera un cierre de año bueno se esfumó, solo quedó la deuda de aquel préstamo que fue invertido en mercancía que hoy ya no existe.
Salir adelante será un reto, empezar de cero, mantener la esperanza y trabajar para volver a levantarse tomará tiempo, pero no será imposible.
Pese a la incertidumbre del porvenir, tienen que continuar a la espera de que los proveedores no abusen en los precios y que los acreedores sean conscientes.
“Estamos seguros que van a subir los precios, nosotros vendemos muchos cocos, antes lo conseguíamos a nueve pesos, estoy seguro que lo van a querer dar hasta en 20 o 25, con la escasez y el aumento en los precios vendrá otro problema: “Acá no podemos dar tan caro, los turistas se acostumbraron a comprar barato”. dice el comerciante.
