Jesús Guerrero
Chilpancingo, Guerrero 01 Agos 2023 (Agencia Reforma).-Después de que el 8 de julio se difundieron imágenes de la Alcaldesa de Chilpancingo, la morenista Norma Otilia Hernández, junto con Celso Ortega, líder de la organización criminal de “Los Ardillos”, la violencia en la zona Centro de Guerrero ha derivado en el asesinato de 11 conductores del transporte público.
Esta violencia extrema, en la que cuatro de las víctimas fueron calcinadas al ser incendiadas sus unidades en los municipios de Eduardo Neri, Tixtla y Chilpancingo, es derivada de la pugna entre los grupos delincuenciales “Los Tlacos” y “Los Ardillos”.
Los ataques contra los operadores de las unidades del transporte público han ocurrido a pesar del despliegue de elementos de seguridad federales y estatales en calles de esas demarcaciones, en carreteras locales y en la Autopista del Sol.
Tan sólo el pasado domingo, los conductores de dos camionetas de transporte público murieron calcinados al ser incendiados sus vehículos por un grupo de hombres armados en Tixtla, zona bajo control de “Los Ardillos”, por lo que ayer se suspendió el servicio de transporte en tres rutas hacia la capital estatal.
Otro factor que ha provocado esta situación de violencia es la colusión que existe entre los grupos del crimen organizado con las autoridades locales, según el obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.
Durante el mes pasado, los transportistas fueron los más afectados por la violencia, pues -además de los 11 asesinatos- fueron obligados por el crimen organizado a realizar movilizaciones para exigir la liberación de líderes vinculados con delitos del fuero federal.
El 13 de julio se movilizaron transportistas de Mochitlán, Quechultenango y Juan R. Escudero en Chilpancingo para exigir la libertad de Jesús Echeverría Peñafiel y Bernardo Chávez, quienes fueron señalados por el Gobierno federal como los principales generadores de violencia en la zona centro de Guerrero.