Jesús Guerrero
Chilpancingo, Guerrero, 10 de Jul 2023 (Agencia Reforma).-Tras los ataques perpetrados contra taxistas el sábado en esta ciudad guerrerense, y el toque de queda autoimpuesto por habitantes y comerciantes, Gabriela pudo festejar ayer sus 15 años.
La joven tuvo que cancelar el evento pactado para ese día, pues los más de nueve ataques, que incluyeron el incendio de unidades con bombas molotov, provocaron que los invitados no llegaran.
Ante esto, Zoraida Abril, quien se encargó de organizar el evento, publicó en sus redes sociales que vivieron “una noche de terror” y pidió parar con la violencia.
Las respuestas no se hicieron esperar y la mayoría de personas le pidieron que convenciera a Gabriela de realizar la fiesta ayer, pues ellos llevarían regalos y un grupo musical para amenizar de forma gratuita.
Con la esperanza de que no se repitieran los ataques violentos, el festejo comenzó a la una de la tarde y terminó alrededor de las seis.
Mientras tanto, en el centro de la ciudad se observó la suspensión total del servicio de transporte público foráneo y local, así como el cierre de comercios.
“Yo nomás acabo de vender este canasto de bolillo y me voy”, dijo una mujer que vende pan a las afueras del mercado de Los Ángeles, en Chilpancingo.
“Esto está muy feo y tenemos mucho miedo que sigan las balaceras”.
La Secretaría General de Gobierno, a través de la Comisión Técnica de Transporte y Vialidad del estado, informó que el servicio de transporte público en la capital se restablecerá de manera paulatina, al igual que las actividades comerciales.
“Personal de la Dirección General de Gobernación de la SGG realizó un recorrido por la ciudad, observando que el servicio de transporte público local, en su modalidad urvan y taxi, comienza a incrementar gradualmente, mientras que la ruta de urbanos Chilpancingo-Zumpango prestan el servicio de manera normal”, indicó.
El mercado central Baltasar R. Leyva Mancilla, que los domingos está repleto de vendedores y compradores, lucía vacío.
“No vino la señora que vende aguacates y queso fresco”, dijo una mujer que esperaba encontrarse con la vendedora oriunda de la localidad vecina de Mochitlán, que no llegó por la falta de transporte público.
De los 15 lustradores de zapatos que trabajan en la plaza central Primer Congreso de Anáhuac, sólo llegaron cinco.
Al sitio donde sí llegó gente fue a la catedral de La Asunción a la misa de las 12 del día.
Desde hace casi una década los habitantes de Chilpancingo no habían vivido una situación de violencia como la registrada ayer.