Para encubrir su pedofilia, un hombre creo una secta basada en la iglesia Fundamentalista de los Santos de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, para poder abusar de menores de edad y además obligarlas a mantenerlo económicamente.
Samuel Bateman de 46 años de edad fue llevado a prisión acusado de poligamia, abuso sexual infantil y tráfico de menores por las autoridades de Estados Unidos al descubrir que a través de una secta presuntamente religiosa engañaba a mujeres y abusaba de ellas.
El modus operando de Bateman, era contactar a familias con hijas jóvenes y vírgenes para convencer a los padres de entregarle a las niñas y además otorgarle algún pago mensual por el privilegio de que fueran sus esposas.
De esta manera logró que más de 20 mujeres incluidas una de sus hijas fueran sus esposas a las que mantenía viviendo una vida precaria y de constantes abusos en Arizona.
