Estudios recientes sugieren que la cantidad de parejas que se reúnen luego de haberse separado es de casi el 50 por ciento. Este fenómeno resulta que es tan común ya que hay muchas ventajas en comenzar una relación con alguien que ya conoces a empezar una con alguien nuevo.
Una razón se halla en las denominadas diferencias perpetuas, que son los posibles puntos de conflicto que se dan constantemente en una relación cuando se atraviesa por compartir el espacio vital, el dinero y cuando se involucra a los familiares o hijos. Estos puntos de inflexión son desconocidos cuando se inicia una relación con alguien nuevo, a diferencia de cuando es con alguien ya conocido en el que uno sabe de antemano cuáles pueden ser esos posibles puntos que llevan a un conflicto inminente.
Otra razón por la cual puede resultar beneficioso regresar con una pareja antigua se halla en el otro extremo pues el tiempo de separación también es un tiempo de cambio y esto puede modificar conductas de ambos individuos antes no tenían y otras que sí pero ahora ya no. Esto pone en desventaja salir con alguien nuevo ya que no se es consciente de cómo ha evolucionado positiva o negativamente esa persona. A diferencia de regresar a una relación con alguien que puedas valorar estos cambios que han surgido en la forma de ser de una anterior pareja.
Además, las investigaciones muestran que incluso la pandemia ha incrementado este porcentaje de parejas que se reúnen. En medio de una crisis de salud global y encierros, una de cada cinco personas se acercó por llamadas o mensajes a sus ex-parejas. Se especula que esto se debe principalmente a la sensación de que podría no haber mañana.