Un hombre en Australia que viajó miles de kilómetros con toda su familia en busca de una nueva vida, fue despedido en su primer día de trabajo por estar “muy gordo“. Demandará por discriminación.
Hamish Griffin, de 51 años, quedó en ‘shock’ luego de aceptar un empleo a 3 mil kilómetros del lugar donde nació y quedar desempleado tan solo dos horas después.
Y es que el hombre vendió un coche y muebles para trasladarse a su nueva residencia en la isla de Tasmania pero nunca imaginó que sería despedido por gordo casi inmediatamente.
Según Griffin, el puesto que le ofrecieron fue como supervisor de alojamiento vacacional del “Big 4 Strahan Holiday Retreat”. Sin embargo, al llegar las cosas cambiaron, contó al diario local ABC News.
“Nos alejamos de un gran estilo de vida, de trabajos bien remunerados y de una comunidad muy unida que nos encantaba, para intentar este reto y un estilo de vida diferente”, escribió el hombre en Facebook.
Ya en Tasmania, Griffin y su familia fue recibido por uno de los dueños con una botella de vino. Tras la calurosa bienvenida, le dieron instrucciones para su primer día de trabajo.
Al hombre despedido por estar “muy gordo” le pidieron asistir a una habitación del resort y acomodar un sofá. Sin embargo, su puesto no especificaba tareas manuales, salvo cuando faltara personal.
Con todo ello, Griffin no manifestó su inconformidad con la instrucción y estaba decidido a cumplir con sus tareas aunque ya al interior del recinto todo resultó una mentira.
Y es que su jefe lo citó para informarle que lo consideraba físicamente incapaz de mover un sillón. Además, expresó su desconfianza en la atención de otras tareas manuales del espacio turístico.
Como ejemplo, describió actividades como cortar el césped con una máquina, o simplemente subir una escalera. Por lo anterior, el hombre se sintió discriminado.
Sin embargo, Griffin aseguró que antes de viajar le envió una foto suya junto a su familia. Entonces, el empleador respondió sobre lo maravillosa que se veía su familia. Además omitió cualquier detalle sobre su aspecto.
“Me ofendió aún más recriminándome que no había revelado mi ‘condición médica’ con anterioridad. No me brindó la oportunidad de demostrar que soy capaz”, denunció.
Finalmente, Griffin informó que se está asesorando jurídicamente para determinar si sus exempleadores incumplieron con el contrato u otras leyes que sancionan la discriminación.