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¿Es mejor el entrenamiento físico en línea o en persona?

Cuando la pandemia de coronavirus cerró temporalmente los gimnasios en todo el país en 2020, muchas personas optaron por hacer sus entrenamientos en casa a través de instructores en línea.

Incluso después de la reapertura de los gimnasios, un buen número de personas optó por quedarse en casa. Probablemente por eso el entrenamiento en línea ocupó el primer puesto en la Encuesta Mundial de Tendencias de Fitness para 2021, un sondeo realizado anualmente por el Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva.

Una de las razones más populares para hacer ejercicio con un video en línea es que ofrece la máxima comodidad. No es necesario salir de la cama a las 5 de la mañana para llegar a esa clase de entrenamiento de las 6 de la mañana, que podría estar abarrotada para cuando llegues.

En cambio, puedes poner el video en casa cuando te convenga. Aun estando de viaje no hay problema, puedes acceder a tu entrenamiento a través de tu teléfono, tableta o laptop.

Otra ventaja es el precio. Las membresías de los gimnasios pueden ser caras, mientras que los entrenamientos en línea lo son menos, y a veces incluso son gratuitos. El YMCA de Irving Park, en Chicago, por ejemplo, cobra US$ 52 al mes por una suscripción de adulto (mayor de 27 años), más una cuota de ingreso de US$ 52. El programa en línea de Les Mills+, en cambio, ofrece una prueba gratuita de 30 días de sus más de 1.500 entrenamientos. Si te gustan, solo cuesta US$ 9,99 al mes cuando te inscribes por un año.

Una de las principales desventajas de los entrenamientos en línea es que no hay un instructor experimentado que te dé retroalimentación. “Cuando estás en un entorno estructurado y supervisado, alguien que sabe lo que está haciendo puede ayudarte”, dijo John Quindry, presidente de la Escuela de Fisiología Integrativa y Entrenamiento Atlético de la Universidad de Montana. “Si no estás en forma, o vas demasiado fuerte o no vas lo suficientemente fuerte, estas cosas se pueden remediar cuando se supervisan”.

Además, si estás haciendo ejercicio solo en casa y te caes, o sufres un evento cardíaco o metabólico, podrías estar realmente en problemas.

Dicho esto, las clases en persona no son perfectas en lo que respecta a la seguridad. Los instructores pueden no darse cuenta de la mala forma de alguien si la clase está abarrotada, o si alguien se coloca intencionalmente en la parte de atrás por timidez, dijo Quindry.

Independientemente de que elijas un centro de fitness o una opción en línea, asegúrate de que los instructores están cualificados, especialmente si tienes una condición médica preocupante.

Cualquiera puede subir un video de ejercicios al Internet, y algunos gimnasios contratan a instructores con una cualificación mínima.

Independientemente de si prefieres los entrenamientos en persona, las sesiones en línea o un poco de cada una de ellas, la clave es mantenerte activo, afirmó Jafra Thomas, profesora adjunta del departamento de Kinesiología y Salud Pública de la Universidad Estatal Politécnica de California en San Luis Obispo.