Mónica Almeida de 37 años, madre de dos hijos y dedicada a la enfermería en el Reino Unido, contrajo COVID-19 a finales de octubre del 2021. Cabe destacar que ella es asmática, así que había que tener especial cuidado en su tratamiento.
Desafortunadamente, a medida que pasaban los días, los síntomas empeoraron tanto que no solo perdió el sentido del gusto y el olfato; también empezó a toser sangre al tiempo que sus niveles de oxigenación bajaban.
La mujer fue internada de urgencia ya que no podía respirar, de acuerdo con el diario The Sun la pusieron en coma el 16 de noviembre. La situación era bastante complicada, tanto que los doctores llamaron a los padres de la paciente para pedirles que viajaran de Portugal a Inglaterra y se pudieran despedir.
Sabiendas que casi no les quedaban opciones, los médicos que atendieron a Mónica decidieron aplicarle un tratamiento experimental a base de viagra (ella había dado su consentimiento previo que le aplicaran este tipo de procedimientos). Y sí funcionó.
La mujer despertó el 14 de diciembre pasado, casi un mes después de permanecer en coma y no solo eso, sus niveles de oxigenación, así como el estado de sus pulmones mejoraron considerablemente. Cuando le dijeron qué le habían aplicado, ella pensó que se trataba de una broma, pero le insistieron que de verdad se le administró una gran cantidad de viagra mientras dormía.
“Definitivamente fue el Viagra lo que me salvó. En 48 horas abrió mis vías respiratorias y mis pulmones comenzaron a responder”, mencionó la mujer a The Sun. La explicación sencilla al funcionamiento del viagra en este caso, es que ayudó en la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que a su vez mejoró la circulación de la sangre y la facilitó la transportación de oxígeno.