Profesora de Matemáticas, Camila Mamone, dijo que nunca se sintió tan realizada en un aula como cuando tuvo entre su alumnado a Noemí Fernández de Herrera. Enfatiza en ella sus ganas de aprender, su dedicación y entrega, su compromiso con el colegio y sus compañeros, y el haber cumplido siempre con todas las tareas.
“Yo aprendí mucho de Noemí, es el claro ejemplo del que quiere puede y a me movilizó en lo más profundo de mi ser”, expresó con emoción la docente.
Habló de Noemí, la alumna del Centro Educativo Nivel Secundario (CENS), de Chacabuco, que egresó el último miércoles a los 88 años y se convirtió en la estudiante más longeva de la provincia de Buenos Aires.
Delfina De Nigris, quien enseña Comunicación Social, aún sigue sorprendida por el nivel de análisis y reflexión de una alumna como Noemí, que demostró sabiduría en temas como educación sexual integral e identidad de género. Se ganó en buena ley el título secundario por su esfuerzo y mérito propio.
“Quería aprender, saber más, superarme. Ir a la secundaria fue la deuda más grande que tenía conmigo, una obsesión y entiendo que es el último mimo que necesitaba mi corazón. Lo hice por mí, especialmente, yo no soy ejemplo de nada”., expresó.
Ella tuvo el don de adaptarse rápidamente a una escuela nocturna, con un horario de 19 a 23, meses de mucho frío y ventanas abiertas por el COVID, y un promedio de alumnos de entre 30 y 40 años. Yo sabía que para Nancy era un sueño hacer y terminar el secundario y hoy, con ella egresada, puedo decir que fue una alumna a quien no se le regaló nada, lo que dignificó su paso por nuestro establecimiento”, añadió Andrea, profesora de Geografía e hija de Noemí.