Dave Halls, el asistente de dirección de la película Rush, quien entregó a Alec Baldwin la pistola con la que mató accidentalmente a la directora Halyna Hutchins, reconoció que no revisó la arma antes de ensayar porque estaba convencido de que contenía balas de mentira.
Hannah Gutiérrez Reed, la armera de la producción, dijo a las autoridades que ese mismo día se había asegurado de que el arma contenía balas ficticias e indicó que no tenía conocimiento de que hubiera munición real en el estudio de grabación.
La versión de Hannah contradice lo expresado recientemente por el Sheriff de Santa Fe, Adán Mendoza, en una rueda de prensa, ya que entre los objetos confiscados por su equipo hay unos 500 cartuchos de munición que describió como una mezcla de “cartuchos de fogueo, balas falsas” y lo que sospecha que podrían ser “balas verdaderas”.
Mientras avanzan las investigaciones oficiales se han ido conociendo otros detalles, como que el asistente que entregó la pistola a Baldwin fue despedido de otro rodaje en 2019 por un incidente similar, aunque, por fortuna, no hirió a nadie. Además, informaron que la escena que ensayaba el actor Baldwin, era un primer plano de su mano disparando la pistola hacia la cámara.
Las declaraciones de miembros del equipo que trabajaban en la producción expresaron que el ambiente de trabajo era precario afectando la salud de los trabajadores, en el que las protestas se amontonaban y por el que dimitieron media docena de empleados el mismo día del trágico accidente.