Alejandra Pomposo, originaria de Tlaquiltenango, Morelos, era una amante de los perros, ayudaba a aquellos peludos sin hogar a conseguir una familia y mientras hacía la labor los alimentaba y les daba techo, sin embargo, murió.
Su amigos comenzaron la labor para seguir con el legado de Ale y alimentar y acomodar con una familia a los 25 peludos que dejó desamparados.
Solicitan ayuda alimentaria para los canes o en su caso difundir para que familias los adopten y les den un hogar.