De acuerdo con estudios financieros, los Juegos Olímpicos Tokio 2020 resultaron dejar más deudas que ganancias en Japón, debido a que por las medidas sanitarias se realizaron sin público y muchos patrocinadores retiraron sus inversiones del evento.
Algunos líderes empresariales retiraron sus aportes económicos tras considerar el evento excesivamente caro.
Las pérdidas para la ciudad anfitrión de esta edición han sido millonarias y la esperanza del beneficio económico esperado de los Juegos Olímpicos se perdió en el mes de marzo cuando se decidió prohibir a los espectadores extranjeros viajar a Japón.
Aunque es difícil dar una cifra exacta de las pérdidas del evento, el diario El Economista estima que la cifra ronda entre los 15 mil millones de dólares.
Desde hace ya unos años, se han publicado investigaciones que demuestran que los Juegos Olímpicos no resultan un buen negocio para la ciudad y el país que los alberga. Los argumentos son que en lugar de obtener un alza un el turismo, y por lo tanto un incremento en el consumo del evento, resultan deudas millonarias por la inversión en infraestructura deportiva que después ya no vuelve a ser aprovechada.