Como una medida para incrementar el número de personas vacunadas las autoridades de Punyab, Pakistán, han tomado la decisión de cortar el teléfono a las personas que no se apliquen la vacuna contra la COVID-19.
Además, en zonas como Sind, los funcionarios han retenido el salario a las personas que no se han vacunado contra el coronavirus, con la finalidad de contrarrestar la baja tasa de inmunización en la localidad.
En Pakistán la vacunación contra la COVID-19 se ha visto afectada debido a la desconfianza e incertidumbre que tienen los habitantes sobre los efectos secundarios y reacciones al tratamiento.
Según datos de la agencia AFP en Pakistán ha registrado 21 mil 500 muertes por COVID-19.