En Myanmar antigua Birmania, una monja pidió a un grupo de policías armados que la maten a ella para poder salvar a los niños que quedaron entre los manifestantes de las calles de Myitkyina.
Se trata de Ann Rose Nu Tawng, de 45 años, quien suplicó a los policías de no disparar a los niños que se encontraban presentes en una manifestación en contra del derrocamiento militar del líder civil, Aung San Suu Kyi, sin embargo, los elementos abrieron fuego a las personas que se encontraban detrás de ella.
“Me arrodillé… rogándoles que no dispararan y torturaran a los niños, sino que me dispararan y me mataran a mí”, declaró Ann Rose.
La monja vio a hombre con un disparo en la cabeza caer muerto frente a ella, luego sintió el escozor del gas lacrimógeno; “Sentí que el mundo se estaba derrumbado”, dijo. Un equipo de rescate local confirmó que dos hombres murieron a tiros en el lugar.