Seguramente en algún lugar te has encontrado a un pequeño animalito que manda besos, no te asustes podría tratarse de una salamanquesa, salamandra, chichu o cachora.
Esta pequeña lagartija pertenece al grupo de los geckos de la familia de los Phyllodactylus sp. se caracterizan por poseer cuerdas vocales que les permite emitir sonidos para comunicar peligros, buscar compañeros o para marcar su territorio.
El gecko tiene una gran capacidad para trepar paredes y alimentarse de bichos, por lo cual es un gran aliado doméstico, además puede soportar miles de veces su propio peso, según un estudio publicado en la revista American Scientist.
En México la mayoría se encuentra en los estados de Guerrero, Tabasco, Chiapas y Oaxaca, además son endémicos es decir no se encuentran en ningún otro lugar.
Estas pequeñas cuijas son originarias de China o Filipina, y se cree que llegaron a territorio Mexicano a través de la Nao de China, durante la época novohispana.
Contrario a lo que muchas personas piensan, las cuijas no son venenosas, y no representan ningún riesgo para los humanos.
Además es una especie nocturna, que posee pupilas verticales que le ayudan a ver de noche y por si aun dudas de su nobleza, las lagartijas dejan ir a su presa cuando es muy pequeño.