Muchas personas creen que con la aparición de la vacuna contra el Covid-19 podremos, al fin, prescindir del cubrebocas, pero no es así.
Los expertos nos explican las razones para no dejar de usar este pequeño pedazo de tela, si es que queremos seguir con vida y con salud.
De acuerdo con el diario El País estas son cinco razones por las que una vez vacunados debemos seguir usando la mascarilla:
1. La vacuna se aplica en 2 dosis
Tanto la vacuna de BioNTech y Pfizer requieren de dos dosis de aplicación, entre una y otra pasan 21 días, tiempo suficiente para que el paciente vacunado se pueda infectar de Covid-19.
2. La protección de la vacuna no podría ser inmediato
Aún y cuando el paciente ya cuente con los dos pinchazos de la vacuna, la realidad es que no se conoce con exactitud en qué momento el paciente queda protegidos contra el virus. Y es que la vacuna contra el Covid-19, al igual que les vacunas contra otras enfermedades, toman su tiempo para ser efectivas.
3. Aunque es efectiva no es 100% efectiva
Todas las vacunas que se han empezado a suministrar en diferentes partes del mundo ofrecen un porcentaje de efectividad del 95%, pero no del 100%. Así que todavía habrá un 5% de vacunados propensos a infectarse y a infectar a otros.
4. Las personas no vacunadas son un riesgo
Por diversas razones, una vez que la mayoría nos hayamos puesto la vacuna, seguiremos conviviendo con personas que no se la han colocado.
5. Los vacunados podrían contagiar
Aunque hayamos sido vacunados la ciencia aún desconoce si, aún así, podremos contagiar. “Existe la posibilidad. El objetivo es que no se transmita y que si sufrimos la enfermedad seamos lo menos transmisores posible. A lo mejor lo pasamos como un resfriado tan sencillo que ni nos damos cuenta, precisamente porque estamos vacunados, pero existe la incertidumbre de si contagiaríamos”, explica Ruth Figueroa, portavoz del grupo de vacunas de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).