Ante pocos fieles el papa Francisco ofició hoy la misa del Gallo más solitaria que debido al toque de queda por la pandemia tuvo que ser adelantada, ya que comumente se celebra a la media noche.
Durante la misa el papa estuvo acompañado por sus concelebrantes y alrededor de ciento cincuenta fieles, religiosos, religiosas y residentes del Estado pontificio, todos respetando la sana distancia y haciendo el uso de mascarillas.
Durante su homilía el pontífice explicó que la Navidad es un periodo que permite a los fieles “nacer interiormente de nuevo” por lo que envió un mensaje de fraternidad citando a la poeta estadounidense Emily Dickinson.
Para finalizar la homilía de Nochebuena, dijo “Tú que me salvas, enséñame a servir. Tú que no me dejas solo, ayúdame a consolar a tus hermanos, porque desde esta noche todos son mis hermanos”.