Ricardo Cortés Alcalá, Director General de Promoción de Salud, descartó que usar mascarillas con válvula sea un método seguro de protección contra la COVID-19.
El funcionario señaló que este tipo de mascarillas han sido denominadas como “egoístas” porque no protegen sólo a quienes las usan y no a las demás personas ya que sueltan el aire sin haberlo filtrado.
“(Al usarlas) estamos queriendo protegernos a nosotros, pero no a los demás”, enfatizó en conferencia de prensa.
Cortés Alcalá resaltó la importancia de utilizar una barrera como los cubrebocas para evitar la propagación del coronavirus en caso de ser portador y no saberlo.
“Al usar la barrera, lo que estoy haciendo es proteger a los demás”, enfatizó.
El funcionario de salud explicó que un cubrebocas normal sirve para proteger principalmente a las demás personas en caso de padecer la enfermedad y estar en período de incubación, ya que el principal período de contagio suelen ser los dos días antes de iniciar con la sintomatología.
La COVID-19 ha causado la muerte de 78 mil 880 personas en México y otras 757 mil 953 han enfermado.
La Secretaría de Salud informó hoy, en el día 126 de la llamada “nueva normalidad”, que hay 189 mil 074 casos sospechosos.
Las prohíben en España
La Comunidad de Madrid aplica nuevas restricciones acordadas con el Ministerio de Sanidad para frenar el avance del coronavirus, entre las que se encuentra la prohibición de fumar en la calle y el cierre del ocio nocturno. En el decreto que regula estas cuestiones se ha incluido una medida extra: las mascarillas con válvula exhalatoria quedan prohibidas.
Estos tapabocas son del tipo FFP2 (las que incorporan válvula, dado que no todas la tienen) y FFP3, que el pasado mes de junio fueron calificadas por Fernando Simón como «las egoístas».
El médico y director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias sintetizó con ese adjetivo el problema de estas mascarillas: solo protegen a quien las lleva puestas y ponen en riesgo a los demás porque no filtran el aire exhalado. Así, las gotículas del virus pueden salirse de la protección facial e infectar a otras personas mientras el portador sí permanece protegido.