Esta semana el JAMA Otolaryngology-Head & Neck Sugery, publicó un artículo, donde se informa que en Estados Unidos a una paciente de 40 años le perforaron el revestimiento del cerebro cuando le realizaban la prueba para detectar coronavirus.
El daño le provoco que se le filtrara líquido por la nariz y que la pusiera en riesgo de una infección potencialmente mortal.
La paciente identificada como Elizabeth, relató a Cultura Colectiva News, cómo es que sintió algo en el cerebro cuando le realizaron una segunda prueba de covid-19.
“Me punzó terrible, juro que sentía como esa cosa entraba por mi nariz y me aplastaba el cerebro. Hasta le dije a la enfermera que le bajara, que me estaba lastimando”.
Todo indica que la prueba debió realizarse de manera incorrecta, este caso muestra que los profesionales de la salud deben tener un mayor cuidado en seguir al pie de la letra los protocolos para realizar la prueba.
Walsh indicó que la mujer se había sometido a una prueba nasal antes de una cirugía de hernia, y que notó que un líquido transparente salía de un lado de la nariz.
Luego desarrolló dolor de cabeza, vómitos, rigidez en el cuello y aversión a la luz, fue ahí cuando Walsh la atendió.
Dijo que sintió que la entrada del hisopo fue muy alta, que había sido tratada años antes por hipertensión intracraneal, lo que significa que la presión del líquido cefalorraquídeo que protege y nutre el cerebro, era demasiado alta.
Por eso recomienda que, si en algún momento se han realizado alguna cirugía, pidan la prueba oral.