Un joven que trabaja repartiendo comida en su bicicleta a través de una aplicación, se dirigió al domicilio ubicado entre las calles Pellegrini y Ayacucho en la capital argentina para entregar un pedido
Mientras esperaba a la joven un grupo de amantes de lo ajeno robaron su bicicleta, cuando la clienta salió a recibir su pedido los asaltantes habían huido del lugar.
El joven se encontraba angustiado, ya que lo habían dejado sin su herramienta de trabajo, únicamente lo dejaron con la mochila donde guarda la comida que entrega.
Para su buena suerte se encontró con la persona correcta, la clienta tuvo la gran idea de regresar a su casa y salir con una sorpresa para el joven, le regalo su bicicleta para que no se quedara sin trabajar.
El repartidor mostró su agradecimiento y correspondió con un abrazo.