Después de casi seis meses de confinamiento debido a la pandemia del coronavirus, el Papa Francisco celebró hoy su primera audiencia general pública.
Durante la audiencia el Papa aprovechó para pedir solidaridad como forma de salir de la crisis.
“La actual pandemia ha destacado nuestra interdependencia: Todos estamos conectados entre nosotros, para bien o para mal”, dijo el papa.
“Para salir de esta crisis mejores que antes, debemos hacerlo juntos, todos nosotros, en solidaridad”, añadió.
Bajo estrictas medidas de seguridad como el uso obligatorio del cubrebocas alrededor de 500 fieles asistieron al patio del vaticano de San Dámaso, sentados y manteniendo la distancia social.
A pesar de que el Papa no llevaba mascarilla para dirigirse a la gente, se mantuvo a una distancia segura de los asistentes, que coreaban y le saludaban a lo lejos.
A un mes de la tragedia en Líbano por la explosión en el puerto de Beirut el papa pidió por los fieles en su oración y dirigiéndose a los habitantes del Líbano, el papa les dijo: “Recobren el valor, hermanos”, “no abandonen sus casas y sus herencia”.
Esta fue la primera audiencia general de Francisco al aire libre y con público, celebrada en un patio del palacio episcopal y no en la inmensa plaza de San Pedro.
