Los representantes de Astra Zeneca y Moderna, compañías farmacéuticas y de biotecnología que han trabajado en proyectos para el desarrollo de una vacuna contra el virus SARSCoV2, han anunciado el martes 21 de julio ante la Subcomisión de Supervisión e Investigaciones de la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la posibilidad de tener la vacuna contra el COVID-19 antes de que termine el año.
Según reporta CNN, Mene Pangalos, vicepresidente ejecutivo de investigación y desarrollo de biofarmacéuticos de Astra Zeneca, advirtió en audiencia ante el Congreso de EE. UU. que si los ensayos clínicos (ya en fase tres) arrojan los resultados esperados, la vacuna estará disponible “en cualquier momento a partir de septiembre”.
Por su parte, el Dr. Stephen Hoge, presidente de Moderna, indicó: “Esperamos que en el otoño o al final del año tengamos que presentar datos a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) para que tomen una decisión sobre aprobar la vacuna”.
Es importante tomar en cuenta que los primeros ensayos clínicos realizados por Astra Zeneca demostraron generar una buena respuesta inmunitaria y ser seguros para los pacientes. En su actual tercera fase de pruebas, la empresa farmacéutica deberá trabajar con un número más amplio de participantes y de ser demostrada la eficacia de la vacuna, podrá empezar a ser comercializada.
Hasta el momento, laboratorios e investigadores alrededor del mundo están desarrollando unos 200 proyectos con el fin de encontrar una vacuna contra el COVID-19 de la manera más rápida posible. De estos, solo 23 han sido probados en humanos.
Asimismo, Soriot declaró que las primeras 300 millones de dosis serán vendidas “a precio de costo” para todos los países del mundo, es decir, no generarán ganancias extras con su venta. El costo de cada unidad está en aproximadamente 2.5 euros, es decir, 65 pesos mexicanos.
Hasta el día de hoy, se tiene un registro de más de 14 millones de casos y más de 617 mil muertos por coronavirus en todo el mundo. El país más afectado es Estados Unidos con una cifra de más de 142 mil muertes.