De acuerdo con una investigación de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por siglas en inglés), las organizaciones criminales algunas de ellas relacionadas con la venta de drogas, se adaptaron ante la crisis y aprovecharon las vulnerabilidades que ha generado el COVID-19 a los sistemas sanitarios, de justicia y hasta los esquemas tradicionales de negocios para empresas de todo el mundo.
La UNODC advirtió que desde el inicio de la pandemia se ha detectado un aumento significativo en el tráfico de medicamentos y equipos de protección personal falsificados o de baja calidad.
Las mascarillas faciales y quirúrgicas, el desinfectante para manos, equipos de pruebas, termómetros, equipo medico e incluso dispositivos para oxigenación de mala calidad o falsos son algunos de los productos que los grupos delictivos están traficando al aprovechar el aumento desmedido de la demanda en el mercado mundial.
Sin embargo, no sólo se trata del aumento de la demanda, las deficiencias en las legislaciones de cada país y los sistemas de justicia que no cuentan con marcos normativos estrictos para castigar la fabricación o tráfico de productos médicos falsificados, también está siendo aprovechado por estas asociaciones delictivas.
El reporte además señala que los grupos criminales suelen tener una capacidad de adaptación mucho más amplia que las instituciones policiales y de justicia de ciertos países, sobre todo para identificar la calidad interior o falsificación de los productos, la recolección de evidencia y la escasez en las instalaciones analíticas científicas para analizar los medicamentos.
“Además de las brechas en la cadena de custodia, análisis y pruebas, pocos fiscales tienen las habilidades o los recursos para tratar los aspectos particulares del delito relacionados con productos médicos falsificados que pueden ser transnacionales y complejos y requieren el testimonio de expertos y asistencia legal de otros países”, destaca el documento.
La investigación de la UNODC también señala que el comportamiento de los grupos de crimen organizado cambiará gradualmente durante el curso de la pandemia, en particular cuando se desarrolle una vacuna y cuando estos grupos probablemente pasen del tráfico de equipos de protección personal al tráfico de la vacuna.
En ese sentido la organización recomienda implementar prácticas para identificar la procedencia de los productos y enfocarse en eliminar practicas de corrupción en la adquisición de estos productos, a través del apoyo de organismos internacionales.
Cabe destacar que México forma parte de un programa integrado por Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y 16 países de América Latina, para establecer lineamientos en los procesos de compras públicas, sobre todo en este contexto de la necesidad de adquirir estos insumos de forma urgente y con ello evitar actos de corrupción.
La UNOPS estableció un observatorio de precios de insumos médicos con el cuál se toma nota de el costo al que adquieren medicamentos e insumos médicos de 16 países de América Latina con el fin de contar con un indice comparativo y evitar adquirirlos a sobrecostos.