Las campañas de distanciamiento social por la pandemia de COVID-19 alrededor del mundo no solo han ayudado a reducir la transmisión del coronavirus: también han ayudado a que los contagios de algunas enfermedades, como la gripe y la influenza, se reduzcan drásticamente en el hemisferio norte.
Un artículo publicado en la revista Nature señala que las medidas sanitarias para evitar la transmisión del coronavirus también han ayudado a reducir los contagios por enfermedades que en estos meses suelen estar en su pico más alto: en el hemisferio norte, la temporada de gripe inicia en febrero y se prolonga hasta finales de mayo.
A principios de abril, los casos confirmados por laboratorio de influenza se redujeron a principios de abril, unas semanas después de que se declarara la pandemia de Covid-19. Se cree que esa disminución también tiene que ver con que, para respetar las medidas de distanciamiento social, las personas con gripe podrían haber evitado asistir a los hospitales, por lo que no son parte de las estadísticas.