Valentina Ramírez Avitia, la “Leona de Norotal”, fue una mujer valiente que lucho en la Revolución Mexicana junto a las tropas maderistas. Vestida de hombre cuando solo tenía 17 años.
Se hacia llamar Juan Ramírez, en un año alcanzó el grado de teniente.
Valentina nació un 14 de febrero de 1893 en El Norotal, Durango. Su padres fueron Norberto Ramírez y Micaela Avitia, tenía 4 hermanos mayores y una hermana menor.
Su padre era labrador y arriero, procuraba mantenerse informado acerca de la situación política del país. Norberto comentó a su familia sus deseos de participar en el movimiento al lado de un grupo de amigos, lamentablemente falleció antes de poder cumplir con su objetivos. Por lo que Valentina quiso hacerle honor su padre y a su nombre. Así que decidió meterse a la guerra con el nombre de Juan Ramírez.
“Cuando Francisco I. Madero se lanzó contra el dictador Porfirio Díaz yo era joven y tenía a mi padre. Este de inmediato comunicó a la familia sus deseos de luchar por la libertad de nuestros compatriotas y yo dije que lo acompañaría, pero poco después murió. En noviembre de 1910 me uní al grupo del general Iturbe pero vestida de hombre con el nombre de Juan Ramírez”.
Valentina practicó movimientos masculinos que realizaban sus hermanos al sentarse, saludar, montar a caballo y también al hablar para no levantar ninguna sospecha.
Se vistió con la ropa de sus hermanos, se escondió las trenzas con su sombrero. Para 1911 Juan Ramírez estaba formalmente integrado al movimiento revolucionario.
Gracias al triunfo del combate en puente Pumarejo en Culiacán, en el cual pudieron derrocar y desterrar al Gobierno Diego Redo, Harold Ramírez le dio el grado de teniente.
Valentina fue descubierta por un compañero, accidentalmente vio sus trenzas mientras le daba agua a su caballo. Sospecharon que era una espía del enemigo, después se la felicitaron por su valentía pero la expulsaron, ya que no se admitía mujeres en la guerra.
Valentina intentó volver con su familia, pero sus hermanos la rechazaron porque su madre había muerto mientras ella luchaba, jamás pudieron perdonarla.
Tiempo después Valentina se casó con el Coronel Federico Cárdenas pero falleció y se volvió a casa con Luis Celis, sin embargo, no duro mucho.
Valentina murió un 4 de abril de 1979, sus restos se encuentran en la fosa común del panteón Civil de Culiacán.
Dato curioso: la famosa “Salsa Valentina”, fue nombrada así en honor a Valentina Ramírez.
