Las mascarillas donadas por el gobierno de China a países como Alemania, Holanda y Canadá, fueron rechazadas debido a que no cumplían con las normas federales de calidad para el uso contra el coronavirus.
Según informes del gobierno de Alemania, aseguraron que las mascarillas tenían los filtros en mal estado y las cintas rotas.
De cuerdo con el diario alemán Der Spiegel, las 11 millones de mascarillas resultaron ser “una basura”; asimismo, el Departamento de Salud en Canadá afirmó que el millón de mascarillas KN95 adquiridas en China, no cumplen con las normas federales de calidad para combatir al COVID-19.
El producto defectuoso es perteneciente a la empresa Garry Galaxy bajo el nombre FPP2, la firma figura como fabricante principal de material sanitario autorizado a por China.