La cura para la diabetes podría estar a un paso de ser realidad gracias al trabajo de un grupo de investigadores y empresarios encabezados por los premios Nobel de Química, Sidney Altman y Aryeh Warshel.
Este grupo con base en Jerusalén desarrolló un páncreas bioartificial con tejidos pulmonares de cerdo y células secretoras de insulina, con el que buscan curar la falla del páncreas en los pacientes diabéticos.
De acuerdo con un reporte de Jerusalem Post, este páncreas se conectaría a los vasos sanguíneos del paciente y tendría la capacidad de medir los niveles de azúcar en la sangre, con la capacidad de secretar la cantidad necesaria de insulina para equilibrarlos.
«Hoy, solo tienes formas de controlar la enfermedad. Esta es una cura. El páncreas diabético ha perdido la función de secretar insulina y se la devolvemos. El paciente nunca debería tener que inyectarse insulina en su cuerpo nuevamente”, destacó el CEO de Betalin Therapeutics, Nikolai Kunicher.
Hasta ahora la posibilidad de implantar este páncreas en un ser humano es todavía remota, pues las pruebas exitosas únicamente se han hecho en animales; sin embargo, las pruebas en pacientes con diabetes podrían comenzar en los siguientes 12 meses.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud alrededor de medio billón de personas en todo el mundo son enfermos de diabetes, de estos, aproximadamente 160 millones son personas que dependen de inyectarse insulina todos los días para sobrevivir.