Al menos se siete personas han fallecido a causa del tiroteo en Texas registrado el sábado; mientras que otras más resultaron heridas.
El atacante, un varón blanco de entre 30 y 40 años, ha sido abatido a tiros por la policía, en el aparcamiento de unos multicines.
De acuerdo con fuentes médicas, entre las víctimas hay al menos tres agentes de policía y también un bebé de 17 meses.
El hecho se registró en Texas occidental, entre las localidades de Odessa y Midland, según ha confirmado la policía.
Ante este panorama, una serie de leyes estatales que relajan los controles de armas en lugares como escuelas e iglesias entró este domingo en vigor en Texas (Estados Unidos).
Una de las normas permite a los texanos llevar armas de fuego dentro de iglesias, sinagogas y otros lugares de culto a menos que el templo lo prohíba expresamente con un cartel.
Existe otra que impide a los distritos escolares imponer restricciones en sus áreas de estacionamiento a la forma en que los titulares de licencias de armas de fuego las guardan en sus vehículos, más allá de evitar que estén a la vista de todos.
Una de las leyes que afectan a los colegios elimina las limitaciones al número de vigilantes de escuelas que pueden llevar armas de fuego, tanto en centros públicos como privados.
Asimismo, a partir de hoy en algunos hogares de acogida se podrán guardar armas y municiones, siempre y cuando estén bajo llave.
Cabe destacar que Las localidades de Midland y Odessa están separadas por 32 kilómetros, y están a casi 500 kilómetros al oeste de Dallas. El Estado de Texas fue escenario de otros ataques masivos con arma de fuego.