Internacional.- La justicia francesa sentó en el banquillo a la propietaria de Maurice, un gallo del suroeste de Francia que fue denunciado por despertar a sus vecinos con sus cacareos muy temprano.
Se llama Maurice, tiene cuatro años, 2,5 kilos de peso y un canto que desvela a sus vecinos, una pareja de jubilados del suroeste de Francia que ha acudido a la justicia para poder dormir por las mañanas.
Maurice vive en la isla de Oléron, donde se ha convertido en una celebridad por la repercusión que ha tenido el juicio a su propietaria por “molestias anormales para el vecindario“.
Los vecinos, que ocupan una casa de fin de semana, empezaron su ofensiva contra Maurice en 2017, primero con el envío de cartas a la dueña para callar al gallo y luego apelando a agentes judiciales, antes de llevar el caso a la Justicia.
El juicio contra un gallo denunciado será resuelto el 5 de septiembre, tras una audiencia en la que el ave fue acusada de “perjuicio sonoro”.
Maurice, “cansado”, no estuvo presente en la audiencia que se celebró en el tribunal de Rochefort, como tampoco sus denunciantes, una pareja de jubilados y vecinos suyos durante las vacaciones que pasan en la isla de Oléron.
Los vecinos, que ocupan una casa de fin de semana, empezaron su ofensiva contra Maurice en 2017, primero con el envío de cartas a la dueña para callar al gallo y luego apelando a agentes judiciales, antes de llevar el caso a la Justicia.
Los habitantes del lugar apoyaron al gallo Maurice y la alcaldía decidió tomar partido por Maurice y emitió un decreto municipal recordando el “carácter rural” de la zona.
El alcalde se dice harto de las quejas de los veraneantes por el tañido de las campañas de la iglesia o los barcos de pesca.
