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Campañas de prevención para aminorar incidencia de cáncer cervicouterino

Anualmente se detectan casi 14 mil casos

·        El sector más afectado por este padecimiento son las comunidades indígenas y en situación de pobreza

La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, diputada Laura Nereida Plascencia Pacheco (PRI), señaló que para atender de manera eficaz el cáncer de cervicouterino, se necesitan campañas informativas en las entidades del país que concienticen a las mujeres sobre la importancia de realizarse un chequeo médico y tratar oportunamente  este factor de riesgo.

Durante las Mesas Interinstitucionales “Sumando Acciones por el Cáncer Cervicouterino”, celebradas en San Lázaro, la legisladora informó que la comisión emitirá un punto de acuerdo para exhortar a los gobernadores a implementar acciones que fortalezcan a los institutos de la Mujer,  para garantizar una mayor atención a las pacientes con este tipo de cáncer.

Aseguró que ante el problema al que se enfrentan las mujeres que no sólo tiene que ver con la falta de acceso a los servicios de salud, también en ocasiones “carecen del permiso del esposo para ir a sus consultas médicas”. Enfatizó que la Cámara de Diputados debe tomar cartas en el asunto, por ejemplo, en que el tiempo oficial sea dirigido a la difusión de qué es el cáncer cervicuoterino e incidir a que acudan a su clínica para revisión.

“Haremos lo propio para que en el mes de julio, cuando se revisan las peticiones de las diferentes áreas del poder Ejecutivo y de la administración pública federal se etiqueten de manera específica recursos para la atención médica a mujeres y niñas y la aplicación de la vacuna del papiloma humano.

La diputada Lucely Del Perpetuo Socorro Alpizar Carrillo (PRI) sostuvo que el cáncer cervicouterino es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres y anualmente se detectan casi 14 mil casos.

El Seguro Popular es una esperanza para quienes no cuentan con un servicio médico; sin embargo, es necesario se incluya el tratamiento de reincidencia, ya que del 2005 al 2015 pasó del 6 al 20 por ciento.

Pidió a responsables de programación presupuestal de la Secretaría de Salud, incluir en el apartado 13 lo relativo a transversalización del presupuesto de mujeres, para que se destinen ingresos al cáncer cervicouterino.

El tema que nos convoca no es menor, sino de gran trascendencia, ya que impacta a las mujeres sobre todo a las de mayor vulnerabilidad, que día con día luchan “no sólo contra una enfermedad agresiva que es el cáncer, sino con un sistema que pareciera olvidarse de sus necesidades, manifestó Alpizar Carrillo.

La diputada Karen Orney Ramírez Peralta (PRD) destacó que el cáncer es de las enfermedades que más atacan a las mujeres, sobre todo el cervicouterino. He aquí la importancia de que en conjunto con las organizaciones, llevemos a cabo soluciones a las mesas de trabajo para generar más acciones en favor de este padecimiento.

La diputada Delia Guerrero Coronado (PRI), afirmó que el país vive una situación preocupante con este padecimiento, y se debe trabajar en la prevención capacitando a los médicos y de más personal. Asimismo realizar campañas y recorridos con las unidades médicas móviles a las colonias y comunidades.

La diputada Jorgina Gaxiola Lezama (PVEM) indicó que se debe tener una mayor voluntad de incidir sobre este tema a través del presupuesto, que tenga más dinero el gobierno en general para promover, difundir y atender, ya que  el cáncer es la segunda causa de muerte en las mujeres en México

La diputada Karina Sánchez Ruiz (Nueva Alianza) expuso que de acuerdo con los datos de la Secretaria de Salud, las tasas más altas de mortalidad en el país son causadas por el cáncer cervicouterino y están ubicadas en entidades  con presencia de comunidades indígenas.

El secretario de la Comisión de Hacienda y Crédito Público e integrante de la de Presupuesto y Cuenta Pública, Juan Romero Tenorio, señaló que la distribución de los recursos se realiza a voluntad de una persona frente a un escritorio; es por ello, que acciones como éstas permiten a los legisladores conocer las verdaderas necesidades del sector salud en el país.

Resaltó que el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) indicó  que el presupuesto tuvo una reducción presupuestal del nueve por ciento respecto al del año anterior. “La productividad no puede mejorar, si no existe un adecuado sistema de salud”.

Consideró urgente destinar mayores recursos a la salud y terminar con los gastos superfluos.

José Genaro Montiel Rangel, director general de Programación, Organización y Presupuesto de la Secretaría de Salud, mencionó que esta dependencia ha decidido designar el presupuesto a las acciones médicas con más carencias en el servicio.

Además, se implementó una reducción en el gasto corriente, es decir, viáticos y consumos superfluos para que el recurso se dirija al rubro del cáncer cervicouterino.

Mario Gómez Zepeda, director de Cáncer en la Mujer del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) de la Secretaría de Salud, pidió impulsar la capacitación de los médicos, establecer indicadores estandarizados y fortalecer el Sistema Nacional de Información Básica en Salud, ya que con esta plataforma se podrá crear un banco de información de pacientes  de cáncer.

La directora general de Equidad de Género del CNEGSR, Aurora del Río Zolezzi, resaltó que en el tema de cáncer hay asuntos que son de tecnología médica, disponibilidad de equipamiento y que es importante que las personas sepan y conozcan cuáles son sus derechos como usuarios de los servicios de salud.   

La Secretaria Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Marcela Eternod Aramburu, argumentó que si el cáncer cervicouterino es detectado en las etapas tempranas es superable; pero que en ocasiones no hay continuidad en los programas y tratamientos; no se cuenta con la prevención adecuada, para la detección oportuna de este padecimiento.

Lucely Cetina Pérez, representante del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), propuso que la atención de este padecimiento se dé individualizada e integral, es decir, atender todas las enfermedades que llevan consigo al cáncer cervicouterino.

Subrayó que 13 pacientes de cáncer cervicouterino mueren por día, pero esto puede ser revertido con una adecuada campaña de prevención.

La directora de Igualdad y Equidad de Género del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad, Juana Soto Santana, comentó que se debe establecer una política pública de la vinculación con las entidades de gobierno en el tema de discapacidad, respecto a este padecimiento.

Mayra Galindo Leal, directora general de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, pidió a los legisladores trabajar para que menos mujeres sean diagnosticadas con cáncer cervicouterino, y reduzcan los índices de mortalidad a causas de esta enfermedad.

María Teresa Cisneros, consejera de la misma agrupación, refirió que es fundamental fortalecer la atención primaria de la salud para garantizar que este padecimiento se detecte de manera oportuna.

Ariadna Martínez, representante de la Fundación Luis Pasteur, señaló que el cáncer cervicouterino es la segunda causa de muerte en mujeres de bajos recursos; por ello, es urgente generar mecanismos que fomenten la prevención para evitar más muertes a causa de este padecimiento.

La también representante de la fundación, María Eugenia del Refugio López, dijo que las mujeres no saben que tienen derecho a la salud, no conocen como funciona el Seguro Popular y no saben que si están enfermas se pueden acercar a la Secretaria de Salud para solicitar el apoyo correspondiente. 

Luz María Moreno Tetlacuilo, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso  que el cáncer cervicouterino es prevenible y ninguna mujer debería morir por este problema; sin embargo, quienes lo padecen enfrentan diversas barreras que tienen que ver con su género, condición social y estado físico, lo que agrava su situación de vulnerabilidad y las coloca en desventaja frente al cuidado de su salud.

Señaló que algunas mujeres se enfrentan a una barrera, debido a su falta de autonomía y empoderamiento respecto a su cuerpo y salud; en ocasiones no acuden al médico a revisarse y realizar los diagnósticos correspondientes o a recibir tratamiento por falta de información, tabúes relacionados con la enfermedad y el machismo.