Primera parte:
Miedo, incertidumbre, impotencia y dolor son las palabras que pueden describir el año 2012 en la comunidad de Tehuixtla, ubicada al sur del estado de Morelos.
Los índices de secuestros, extorsiones y desapariciones llegaron a su máxima expresión, lo que causó en primera instancia paralizar y atemorizar al pueblo de Tehuixtla; un pueblo que se ha caracterizado por estar formado de personas trabajadoras, ganaderos y comerciantes de lácteos, mismos que ante el hartazgo hicieron sonar las campanas de la iglesia para unificarse y exigir a las autoridades tanto del municipio de Jojutla como del estado que frenaran la lastimosa situación de violencia en la que vivían.
En el año 2012 no se acabó el mundo, como se predijo, pero sí se cerraron muchas oportunidades para los habitantes de esta comunidad, el temor de sufrir un secuestro, de perder su patrimonio hizo que muchos dejaran el pueblo y se refugiaran en estados alejados de Morelos, incluso fuera del país.
¿Debe una sociedad cambiar su vida por miedo? ¿Son los ciudadanos trabajadores los que deben permanecer encerrados en sus propios hogares? La respuesta debería ser no. La realidad, es sí.
Una de las autoridades más representativas del pueblo explicaba la preocupación en la que nuevamente están viviendo en la localidad, que durante años ha sido el paso para el trasiego de droga desde el estado de Guerrero:
¿Qué pasará? Es la pregunta de los pobladores, ¿volverán a vivir un 2012?, ¿volverán a cerrar negocios, a emigrar vecinos?
Segunda parte:
Además de operativos y cateos realizados en el municipio de Jojutla y Amacuzac, durante el último mes del año 2016, fueron detenidos importantes (presuntos) miembros del cártel de Los Rojos que opera en el estado y que es liderado por Santiago Mazari “El Carrete”.
Según las declaraciones del Fiscal General y del Comisionado Estatal de Seguridad, estas detenciones son pieza clave para desmantelar esta organización; sin embargo y a modo de pregunta para las autoridades ¿podría el regreso de la inseguridad a Tehuixtla estar ligado a estos hechos?
En una lucha entre el gobierno y grupos delictivos, los más afectados son los ciudadanos, por ello, el temor de la sociedad es saber si las autoridades están listas no solamente para capturar delincuentes sino para brindar la seguridad a los habitantes mientras los capturan o ¿será que son los ciudadanos quienes con su dinero, sangre y vida deben financiar esta guerra?.
El pasado tres de febrero de 2017 el ayudante municipal Epifanio Toledo Jiménez hizo llegar un oficio a la presidencia municipal solicitando al presidente Alfonso de Jesús Sotelo Martínez incremente la presencia de las instancias de seguridad pública, argumentando que los elementos que están asignados a la localidad se ausentan y no brindan la seguridad necesaria.
A 15 kilómetros de la comunidad de Tehuixtla se encuentra la base la Policía del Mando Único de Jojutla, a casi la misma distancia se encuentra el 108 Batallón de Infantería “Los Lagartos” mismo que de acuerdo a las declaraciones del Gobernador del Estado fue construido de manera estratégica en esta zona para evitar el trasiego de drogas y disminuir los índices de inseguridad en las comunidades aledañas.
En un boletín de prensa emitido el 21 de septiembre de 2015, un día antes de la inauguración de este cuartel militar el mandatario declaró:
“Requerimos, con la presencia del Ejército, que las operaciones de los grupos delincuenciales que se mueven en Guerrero, y sobre todo en Tierra Caliente, no pasen a nuestro territorio, como ocurría antes de manera sobresaliente.
Asegurando que para el 2015 los índices de delincuencia en Morelos habían disminuido en su máxima expresión.
Al respecto los ciudadanos tienen otra perspectiva, en el documento enviado por el ayudante municipal detallan una ausencia y bajo rendimiento por parte de los elementos de seguridad pertenecientes al Mando Único:
Mientras que tampoco aseguran sentir una mayor seguridad por la cercanía del 108 Batallón de Infantería quienes únicamente se limitan a observar y hacer presencia en algunas ocasiones.
La situación no es diferente en todo el estado, Tehuixtla no es un caso aislado de inseguridad, en lo que va del año se han registrado 73 muertes violentas de las cuales 15 son mujeres.
El temor es latente pero el hartazgo de los morelenses es evidente; mientras las autoridades del estado experimentan un nuevo esquema de seguridad con Policía Morelos, los ciudadanos tratan de mantener la calma ante el inminente regreso de un doloroso pasado.
-Denys Salgado-