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La depresión, un problema de salud pública en auge

Actualmente la depresión es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años de edad y el método más recurrente es el suicidio y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.

La OMS agrega que la depresión es un trastorno mental común que afecta a personas de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países. Además, señala que las personas con depresión suelen presentar varios de los siguientes síntomas: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio.

Esta enfermedad provoca angustia mental y afecta a la capacidad de las personas para llevar a cabo incluso las tareas cotidianas más simples, lo que tiene en ocasiones efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos y sobre la capacidad de ganarse la vida. En el peor de los casos, la depresión puede provocar el suicidio.

La Organización Mundial de la Salud define el suicidio como un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal y por tanto el suicidio es una cuestión de salud pública, por ello, en la mayoría de los países, la tasa de suicidio es considerada un indicador de la salud mental de su población. El suicidio es un problema multifactorial, que resulta de una compleja interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociológicos y ambientales.

No obstante, entre los jóvenes de 15 a 29 años se trata de la segunda causa de muerte, pues representa 8.5% del total de muertes en este grupo de edad, con una tasa de 13.5 suicidios por cada 100 mil jóvenes (INEGI) http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2015/suicidio0.pdf.
En el caso de la depresión que por igual lleva en casos extremos al suicidio, la OMS ha emitido una serie de recomendaciones para atender y prevenir esta enfermedad que cada día es más notoria:

Hable de sus sentimientos con alguien de su confianza. La mayoría de las personas se sienten mejor tras hablar con alguien que se preocupa por ellas.

Solicite ayuda profesional. Hablar con un profesional sanitario local o con su médico de cabecera es un buen punto de partida.

Recuerde que puede sentirse mejor si recibe la ayuda adecuada.
Siga realizando las actividades que le gustaban cuando se encontraba bien.

No se aísle. Mantenga el contacto con familiares y amigos.
Haga ejercicio regularmente, aunque se trate de un pequeño paseo.

Mantenga hábitos regulares de alimentación y sueño.
Acepte que puede tener depresión y ajuste sus expectativas. Tal vez no pueda llevar a cabo todo lo que solía hacer.

Evite o limite la ingesta de alcohol y absténgase de consumir drogas ilícitas, ya que estos productos pueden empeorar la depresión.

Si tiene pensamientos suicidas, pida ayuda a alguien inmediatamente.

-Alejandro Cárdenas-

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