La mayor catástrofe nuclear de la historia sucedió el 26 de abril de 1986, durante una prueba del sistema llevada a cabo fuera de los parámetros conocidos, en el reactor número 4 de la central . Diez segundos más tarde, el núcleo sufrió una explosión y se incendió. Eso hizo que se diseminara gran cantidad de material radioactivo en las zonas circundantes y en grandes partes de Europa, especialmente en Ucrania, Bielorrusia y Rusia.
En total, 350.400 personas fueron evacuadas y reubicadas fuera de las zonas más gravemente contaminados. El número de muertos alcanzó la cifra inicial de 31 personas, la mayoría trabajadores de planta del reactor. Sin embargo, este número aumentó significativamente cuando las personas contrajeron enfermedades relacionadas con la radiación, como el cáncer, durante los meses siguientes, superándose los 200.000.