*Gobierno no tiene licencia de construcción para construir museo
Derivado de acciones emprendidas por los Gobiernos federal y estatal, Cuernavaca ha sufrido la peor devastación arbórea en décadas. Contrario a las políticas de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente, obras como el Paso Exprés y la edificación del museo Juan Soriano en la colonia Amatitlán, provocaron la tala de más de tres mil 500 árboles en la capital morelense. Con esto la actual administración se ha colocado como la más ecocida de la historia en el estado.
Lo anterior debido a la tala de poco más de tres mil árboles como parte de los trabajos del “Paso Exprés” que pretende la ampliación de la autopista México-Cuernavaca de cuatro a diez carriles, en donde ya se han talado más de mil ejemplares entre ficus, jacarandas, sauces y tabachines, mismos que se encontraban a un costado del Libramiento. La gran mayoría fue talado, y sólo el 10% (alrededor de 300) fue banqueado para que continuara la obra realizada por el Gobierno Federal.
Aunado a este daño ambiental se suma la tala de árboles en dos predios importantes de la capital morelense, el primero de ellos se ubica en la calle Guillermo Gándara de la colonia Amatitlán, justo frente a la gasolinería del DIF en el circuito Adolfo López Mateos, en donde fueron derrumbados cerca de 130 ejemplares entre los cuales se encontraban: Cerezos, jacarandas, cazahuates, nísperos, eucaliptos, yucas, fresnos, laureles, bugambilias, guayabos, guajes, ahuehuetes, ficus, entre otros. Mientras que en el segundo caso se llevó a cabo la tala de más de 400 árboles en el predio donde se encontraba el extinto Club del Lago, ubicado a un costado de la Comercial Mexicana de la autopista México-Cuernavaca, en la colonia Villas del Lago.
La causa por la que estas especies fueron taladas responde a la realización de dos obras, una del Gobierno del Estado, en donde se construirá el Centro Cultural Museo Juan Soriano, en el que se invertirán 120 millones de pesos. Mientras que en el segundo predio de la colonia Villas del Lago se edificará una plaza comercial.
El Ayuntamiento de Cuernavaca a través de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) otorgó la Constancia de No Afectación Arbórea, el cual es un documento emitido por la Dirección de Protección Ambiental de la SDS, a solicitud de los ciudadanos que pretenden desarrollar un proyecto de construcción en el territorio municipal, que debe contener el inventario de árboles existentes en el predio, estableciendo cuáles de éstos serán afectados por el proyecto, así como los que deberán quedar in sito en su posición original o removidos.
Es importante señalar que en la solicitud para la Constancia de No Afectación Arbórea, existe un apartado donde se determina si es necesaria la restitución de los ejemplares debido a su importancia o peligro de extinción, por lo que ADN Morelos acudió con el titular de la SDS, Héctor Hinojosa Orozco, para solicitar la información sobre cuántos y en dónde serán restituidos dichos árboles, ante el cuestionamiento el secretario aseguró que esta restitución se utilizaría en las campañas de reforestación que implementa el ayuntamiento a través de la Dirección General de Parques y Jardines y de la Dirección de Bosques y Barrancas.
Sin embargo no habrá una restitución ecológica de las especies taladas en el terreno donde construyen el Museo Juan Soriano y el gobierno estatal sólo entregará seis mil plantas de ornato para adornar camellones, áreas verdes y jardines del municipio, sin que sea regenerado el gran impacto ambiental producido por el derrumbe de tantos árboles.
Por lo que corresponde al Club del Lago y de acuerdo a documentos oficiales en poder de ADN Morelos, serán restituidos poco más de 20 mil árboles con un altura mínima de un metro y medio, además de mil 400 árboles maduros de las especies Lluvia de Oro, Guayacán, Primavera y Árbol del Amor, mismos que serán dirigidos a los programa de reforestación del municipio.
Cabe señalar que a pesar de que tienen la constancia de No Afectación Arbórea, ni la construcción del museo, ni la plaza comercial tienen licencias de construcción, además de qué no han definido en dónde serán restituidas las especies taladas, además de no saber si la cantidad de ejemplares que se maneja es real, o simplemente es un intento de maquillar las cifras para no provocar que los defensores ecológicos cuestionen este tipo de práctica.
Diversas agrupaciones dedicadas a la defensa del medio ambiente a través de cartas emitidas al gobierno federal y al gobierno del estado, han exigido que se detenga la tala indiscriminada de árboles, ya que ellos realizan la función de absorber el bióxido de carbono para convertirlo en oxígeno, elemento vital para la vida de todos los seres vivos, además de que representan los pulmones de nuestra ciudad.
Incluso advirtieron que el proceso de urbanización y las actividades económicas asociadas al mismo, como la industria, la generación de electricidad o el transporte, crean diferentes tipos de gases con efecto invernadero. El bióxido de carbono es el más contaminante y es producido sobre todo por el sector energético, que incluye toda la actividad industrial y el transporte, así como los usos residenciales y comerciales.
Mientras que para un ciudadano común es complicado obtener un permiso para la tala de un árbol que verdaderamente está afectando su vivienda debido a que las raíces ya están levantando el pavimento, o el retiro de un árbol por que corre el peligro de que éste se derrumbe y termine ocasionando algún accidente, es evidente que para el Gobierno del Estado o empresas privadas la obtención de dichos permisos no representa ningún tipo de dificultad sino todo lo contrario, cuentan con facilidades a pesar de crear un daño ecológico irreversible, esto gracias a la omisión o complicidad del Ayuntamiento de Cuernavaca.
Alejandro Lara Oropeza