La comunidad artística morelense organizó el pasado fin de semana una subasta para recaudar fondos para el artesano guerrerense, adoptado en Morelos, Marcial Camilo Ayala, quien en pasados meses fue diagnosticado con un malestar en los riñones.
Leonel Maciel, Adolfo Mexiac, Carlos Maciel, Cisco Jiménez, Alejandro Aranda, Concepción Benigno Avilés, Dany Hurpin, Dany Fabián Adame, Eduardo Lugo, Enrique TorresAgatón, Felipe Erhenberg, Gaby Videla, Juan Machín, Maricela Zamilpa, Miriam Pérez, Martina Adame, Nicolás de Jesús, Ortolf Karla, Óscar Menéndez, Patricia Salas, Pilar Hinojosa, Tito Rutilo y Víctor Gochez fueron los artistas que donaron parte de su obra para reunir la mayor cantidad de dinero posible para ayudar a su homólogo a sufragar los gastos que incluyen dos diálisis semanales, ocho mensuales y desintoxicación en la sangre.
Como si tomara de estandarte la frase del pintor francés Henri Matisse, “el que ama vuela, funciona y se regocija; está libre y nada lo detiene”, el artífice, quien aún no llega a los 60 años, no deja de crear para que su familia sea la que comercialice su obra, pues no cuenta con apoyo institucional de ninguna índole.
El grabador Alejandro Aranda fue quien difundió la petición de auxilio a la que asistieron no sólo compradores expertos en pintura, sino sociedad en general interesada en adquirir las obras de arte de los donantes y del propio Camilo Ayala.
El tlacuilo es heredero de una añeja tradición pictórica sobre alfarería de barro que se remonta a unos 3 mil años de antigüedad en la región de la Cuenca del Alto Balsas, Guerrero; además, pertenece a una generación de pintores artesanales sobre papel amate surgida en los años 70 y es uno de los artistas indígenas con mayor trayectoria y reconocimiento en México y en el extranjero.
En palabras de sus homólogos, el artista está comprometido con sus raíces, con su comunidad y con su tiempo, pues ha honrado a su pueblo y a su cultura, a través de la belleza de sus pinturas que recuerdan que en el peregrinar del creador siempre existe un don divino que ilumina los pasos y sus creaciones, informó Eduardo Hernández Cortés, amigo.
Actualmente, su obra se exhibe en el Museo de Arte Indígena de Washington D.C.
TLÁLOC RAFAEL GARCÍA